Un diseño moderno, amigable con el entorno, sustentable y acorde con las exigencias pedagógicas presenta el proyecto de reconstrucción del liceo Claudina Urrutia, que producto del terremoto del año pasado resultó con daños irreparables, razón por la cual fue demolido y ahora se trabaja para volver a levantarlo.
En la ocasión, se expuso, por parte de los arquitectos encargados del diseño, las principales características del nuevo edificio, las que fueron pensadas en mantener algunos elementos propios del destruido edificio, como los espacios interiores y adecuar otros elementos a las nuevas exigencias pedagógicas y la apertura a la comunidad.
El director del liceo Claudina Urrutia, Rafael Pincheira, se mostró muy satisfecho con lo expuesto y con el diseño presentado, el que a su juicio “cumple con el currículo y el proyecto educativo institucional”, manifestando también su “agradecimiento por el apoyo que ha encontrado para reconstruir su establecimiento”. Similar opinión tuvo la presidenta del Centro General de Estudiantes, María José Meza, quien sólo tuvo palabras de agradecimientos para la Fundación Chile y para Minera La Escondida.
El alcalde de Cauquenes, Juan Carlos Muñoz Rojas, mostró en la ocasión su satisfacción por la obra a realizar, la que se basa principalmente en los portales de los edificios públicos y destacó el trabajo mancumunado entre la empresa privada y el municipio para recuperar Cauquenes tras el terremoto, siendo el aporte de Minera La Escondida un ejemplo de ello.
En la misma ocasión intervino Ana María Parra, en representación de Fundación Chile, quien explicó el proyecto de reconstrucción del establecimiento, señalando que nunca más los alumnos utilizarán un sistema eléctrico de calefacción o aire acondicionado. Y no precisamente por falta de recursos. Después de los graves daños que sufrió el establecimiento tras el terremoto del año pasado, la empresa BHP Billiton le ofreció a la municipalidad reconstruir el establecimiento. El proyecto se lo adjudicó la empresa de arquitectos Swinburn & Pedraza, que aplicó un sistema de calefacción y ventilación a la construcción basado exclusivamente en el diseño arquitectónico del colegio. “Durante el invierno, el calor se captura en las paredes de los pasillos y éstas lo van liberando hacia las salas de manera paulatina, para mantener una temperatura constante a lo largo del día. Para el verano, se ha diseñado la estructura para que aproveche los vientos del suroeste y que el aire se cuele por las ventanas operables”, de acuerdo a la información entregada por los arquitectos.
Y a pesar de que el liceo tiene un índice de vulnerabilidad del 69%, tendrá seis mil metros cuadrados de construcción, con 25 salas de clases, biblioteca, salas de computación, auditorio y gimnasio.
