Desde la madrugada del domingo que están cayendo chubascos débiles en la Región del Maule. No obstante las lluvias fueron más intensas en la zona sur maulina, desde Villa Alegre hacia Cauquenes, informó este lunes www.diarioelcentro.cl.
El matutino señala en su nota que fue el agroclimatólogo del Centro de investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (Citra) de la Universidad de Talca Patricio González, quien explicó que durante esta jornada, lo más probable es que continúen cayendo chubascos por lo menos hasta el mediodía.
“Durante toda la semana habrá inestabilidad pluviométrica. La cual será más intensa el próximo fin de semana, sobre todo el viernes, sábado y domingo próximo, donde habrán precipitaciones en torno a los 35 milímetros”, dijo el experto.
Se trataría de un sistema frontal frío el que se acerca y que afectará la zona central del país durante los primeros días de agosto. Esto significa que el evento del Niño sigue en las mismas condiciones –debilitado- donde se ve que estas lluvias por ejemplo, en más de un 50% están siendo afectadas por el calentamiento del mar y la otra mitad, es por la actividad normal de precipitaciones que existen en invierno.
Aún el sistema atmosférico no ha respondido en el sentido de debilitarse el anticiclón del Pacífico para haber generado lluvias más intensas durante julio por lo menos.
“Julio va a terminar con déficit de un 25% aproximadamente, no así mayo y junio que terminaron con superávit. Pero el fenómeno del Niño todavía sigue en un estado de calentamiento del mar, en la zona ecuatorial, pero está en una fase de debilitación”, agregó el agroclimatólogo.
González estimó por último que el evento va a evolucionar entre los meses de agosto y octubre, donde las lluvias serán un poco más frecuentes.
Similar opinión tiene Fernando Santibáñez, experto del Centro de Agricultura y Medio Ambiente, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, quien señaló que la situación actual muestra la posibilidad de un Niño de poca dimensión que tenderá a manifestarse mayormente hacia la primavera.
“Esto podría significar la presencia de lluvias hacia la primavera que causarían más molestias que beneficios. En términos de cantidad de agua no aportarían tanto, por lo que lo más probable es que la precipitación termine este año muy cerca de lo normal histórico. Esto significa un nuevo año de estrechez de agua de riego y napas que no se recuperen”, dijo Santibáñez.
