“Está afectando a la pesca artesanal, necesitamos más apoyo y mayor representatividad en la mesa nacional de la nueva ley de pesca”. Con estas palabras se expresan los pescadores de Pelluhue y Curanipe que, aunque han sido apoyados tras el terremoto por el Estado y la empresa privada, ven cómo su fuente laboral puede estar peligrando una vez que se promulgue la nueva normativa que regirá esta actividad
.
Durante la inauguración de la caleta de Pelluhue, Alejandro Recabal, uno de los tantos hombres de mar que a diario salen a buscar el sustento para él y su familia y que se encontraba presente en la ceremonia de inauguración de la nueva infraestructura de la caleta, señaló que “estamos agradecidos de todo lo que se nos ha dado, de las capacitaciones y de las embarcaciones y locales, pero si no hay pesca, no sacamos nada con tener construcciones”. Asegura que en la Mesa de Pesca, es necesaria la “participación de nosotros, los artesanales. La pesca industrial al ser de arrastre daña el medio ambiente, no así nosotros que somos más selectivos en las especies que pescamos”.
Bristela Gajardo, por su parte, esposa de pescador y que recibió capacitación en gastromonía y trabajo en equipo por parte de la empresa Antofagasta Minerals dice que ha sido valioso todo lo que han hecho por ellos, pero coincide en que todo esto debe ser valorado mediante l
a protección por ley de la pesca artesanal. Similar opinión tiene Mirta Moraga, también esposa de pescador, quien dice que “la nueva ley supuestamente nos va a beneficiar, pero lo veo muy difícil si no sacan los barcos de arrastre que se llevan la mayoría del recurso y a nosotros no nos dejan nada”.
Los hombres y mujeres de mar de Pelluhue sostienen que a menudos se ven m
uchos barcos de arrastre que no respetan las millas respectivas de protección a los artesanales “y nadie fiscaliza eso”, sostiene Mirta Moraga, y agrega que “para la merluza, por ejemplo, nos están dando cuota para trabajar lunes, martes y miércoles y con eso sacamos sólo para los gastos, en un año que ha sido muy difícil, pagando préstamos y reponiendo lo que perdimos en el tsunami”.
Finalmente, y con respecto a un bono que se les iba a entregar por la cuota de merluza, los pescadores señalaron que son dos cheques de 480 mil pesos que debe ser repartido en toda la tripulación del bote.
