
El experto explicó al diario El Centro de Talca que “el verano nuestro comienza climatológicamente el primero de diciembre, aunque astronómicamente empieza el 21. Cuando llega el verano es un cambio térmico y eso se da durante los primeros 15 días de diciembre”.
González indicó que durante este período, ya hubo cinco días seguidos con temperaturas sobre 33 grados, y eso es una condición netamente de verano. Por lo menos, desde ahora hasta el 20 de enero, el Maule entrará en un periodo más cálido aún, donde las temperaturas máximas en promedio van a estar entre los 34 y 35 grados.
Y en las noches, a las cero horas, se pueden alcanzar perfectamente los 24 grados. Así hasta el 25 de febrero, subirán los registros hasta los 36 y 37 grados Celsius, en algunos días. Ello va a estar asociado a una baja humedad relativa, en torno al 20%, con ausencia total de precipitaciones.
PROTECCIÓN

“Hay que tener mucho cuidado al momento de elegir uno de estos productos, ya que algunos solo protegen de los rayos solares ultravioleta B (UVB) y no de los Ultravioleta A (UVA)”, explicó Rivas.
Estudios científicos internacionales han establecido que un factor de protección solar número 15 ayuda a reducir el riesgo de cáncer y envejecimiento prematuro, aunque lo ideal es que su rango de cobertura sea mucho mayor y, incluso, contenga agentes hidratantes, humectantes y antioxidantes.
También se deben que utilizar gorros o sombreros y anteojos de sol. Pero hay que evitar comprarlos en la calle, sino en ópticas establecidas y al usarlos, fíjese que la imagen no se vea deformada. No se exponga al sol entre las 12.00 y las 1600 horas, horario en que se produce el punto más alto de radiación solar. Sudoración excesiva
La hiperhidrosis o sudoración excesiva puede ser primaria o secundaria; la primera, se presenta -generalmente- en zonas localizadas del cuerpo, como las axilas, manos y planta de los pies; la segunda, que es localizada o generalizada, se da por diferentes causas, ya sean desórdenes endocrinos, trastornos neurológicos, cáncer y uso de fármacos.
Al principio, se usan antisudorales -en base a cloruro de aluminio- que taponan los conductos sudoríparos. Otras opciones tienen que ver con la aplicación de bótox, que “bloquea temporalmente los nervios estimulantes de sudoración, aunque durante seis a ocho meses; también hay tratamientos orales, pero sus efectos no han sido suficientemente estudiados”, detalló el dermatólogo de Megasalud, Patricio Silva.