Se trata de J.A.T.Á, suboficial mayor en retiro de Carabineros, quien, cumpliendo funciones en la policía uniformada y jefe de la Autoridad Fiscalizadora de Control de Armas de Cauquenes, transfirió a su nombre entre los años 2017 y 2019 armas destinadas para su destrucción, incumpliendo una orden judicial.
Una vez retirado, comenzó a realizar labores en la armería Curanipez, atendiendo en la sucursal de dicha ciudad. Junto a su jefe y dueño del negocio J.C.M.M, se concertaron para cometer desde enero del año 2021 una serie de delitos, obteniendo réditos económicos mediante la distribución de municiones sin cumplir con ninguno de los requisitos que la ley exige para su transferencia a personas que no poseían armas inscritas y que incluso tenían condenas.
Además, para generar un sobre stock de municiones por medio de órdenes de compra ideológicamente falsas, M.M. y T.Á., con fecha 11 de junio de 2021, llevaron cajas de municiones a la Autoridad Fiscalizadora de Control de Armas de Constitución, ubicada en la Segunda Comisaría de Carabineros de la ciudad balneario, entregando la mercancía, sin ningún tipo de autorización, a un funcionario policial y al suboficial a cargo de dicha autoridad fiscalizadora, a quien además le vendieron una cantidad no determinada de municiones a un valor inferior al cobrado usualmente, obteniendo a cambio de ello las citadas órdenes de compra.
"Se dictó una sentencia condenatoria con penas de 14 años para uno de ellos y 9 para el propietario de la armería por delitos reiterados de tráfico de municiones, falsificación de instrumento público y cohecho. Estos sujetos, de manera concertada, lograban aumentar su stock de municiones para la venta mediante la facilitación de sus cuotas por parte de terceras personas. Estas cuotas eran autorizadas por la Autoridad Fiscalizadora de Control de Armas de Constitución mediante cohecho y entrega de regalos a los funcionarios policiales de dicha autoridad fiscalizadora. Con ello, ambos tenían un sobre stock de municiones que podían vender con un sobreprecio sin ninguna limitación. Mediante una larga investigación efectuada por la Fiscalía con el OS9 de Carabineros de Santiago, se estableció la participación de los imputados", manifiesta el fiscal jefe de Cauquenes, Francisco Ávila, quien logró acreditar en juicio cada uno de los ilícitos investigados.
Las condenas fueron para ambos de 6 años de presidio por el tráfico de municiones y 3 años y un día de presidio por el delito de cohecho. Respecto al suboficial mayor en retiro y ex jefe de la Autoridad Fiscalizadora de Control de Armas de Cauquenes, fue condenado además a 5 años y un día de cárcel por el delito reiterado de falsificación de instrumento público y 41 días por el delito de desacato.